jueves, 22 de noviembre de 2007

HAY QUE ESPERAR...

"Aún falta que las tres partes lleguen a un acuerdo", dijo José Manuel Llaneza, consejero del Villarreal. Riquelme ayer antes de viajar a España aseguró que "todavía no hay nada arreglado". Los clubes cerraron la negociación, pero resta la aceptación del jugador. En Boca hay apuro, en el Submarino no.

Que sí, que no. La novela Juan Román Riquelme tuvo un nuevo capítulo ayer por la noche cuando el jugador antes de viajar a España encendió la alarma y aseguró que "todavía no hay nada arreglado". Por las reuniones entre Boca y Villarreal parecía que todo estaba cerrado, pero no. Esta mañana, José Manuel Llaneza, Consejero del club español, dijo que "aún falta que las tres partes lleguen a un acuerdo". Así que habrá que esperar unos días más para ver qué pasara con el enganche.

"Esto es como una silla de tres patas y, por ahora, ninguna de ellas está en condiciones; si en este momento nos quisiéramos sentar, se rompería y nos caeríamos", señaló Llaneza. Las instituciones se habían puesto de acuerdo con los números, aunque faltaba la palabra de Román. Y ayer quedó clara su postura: "Tengo un contrato firmado hasta junio de 2009 y quiero que se respete todo". Según la información que sale de los clubes eso se respetaría. "Hay buena predisposición, pero es un tema complicado porque económicamente son montos de dinero muy elevados y cualquier movimiento implica reuniones y más reuniones", explicó el dirigente del Submarino Amarillo.

Riquelme viajó a España para volver a entrenarse con el plantel del Villarreal y seguramente mañana se presentará a la práctica con el chileno Manuel Pellegrini. "No tenemos ningún apuro en venderlo. En caso de que no se concrete nada, el jugador trabajará en la Ciudad Deportiva", comunicó Llaneza. En cambio, los que si están apurados son los de Boca, que quieren contar con él para el Mundial de Clubes que comienza en diciembre.

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