
La decisión del técnico chileno respecto de Juan Román Riquelme genera todavía escándalos en España. Por eso, dicen que su postura se debe a que su deseo es "servir" al millonario dueño del Villarreal
Durísimas acusaciones de un medio periodístico español recibió el actual entrenador del Villarreal, el chileno Manuel Pellegrini, por no darle lugar en el equipo al argentino Juan Román Riquelme.
"Se hace el sordo pero no el mudo. Pellegrini ha dado muestras fehacientes de ser un buen mercenario futbolístico y, nadando contra corriente en el asunto Riquelme (un escándalo a nivel internacional, por injusto y arbitrario), pisa las veces que sean menester el territorio de la mentira con tal de servir a su señor: el muy millonario Fernando Roig", se lee en uno de los más duros párrafos con que se hace referencia al tema en El Confidencial on line, de España.
"Una vez echadas las cuentas y a instancias de éste, Pellegrini decidió limpiar a la estrella del equipo, Juan Román Riquelme, y lo hizo con alevosía. Hace tres días, Pellegrini volvió a mentir al asegurar que las puertas del Villarreal se le cerraron a Román cuando éste se marchó al Boca Juniors. Las palabras fueron así: 'Cuando el jugador se fue cedido al Boca en el Villarreal se quedó un grupo de jugadores que se la jugaron por el club y por los técnicos, y esos son los jugadores con los que contamos ahora para este proyecto'", dice luego.
Pero las afirmaciones del entrenador son refutadas en la nota cuando se escribe que "el chileno no cuenta la verdad, porque, a instancias de sus jerarcas, el día después de la debacle de su equipo ante Osasuna, goleado por los navarros en diciembre del pasado año, en la ciudad deportiva, Pellegrini reunió a todo el plantel, incluyendo cuerpo técnico y demás ayudantes, y dirigiéndose a Riquelme le dijo: 'A usted tendría que haberlo echado antes que a Sorín'. Una frase lapidaria, que significó la sentencia para el crack argentino, que nunca más volvió a ponerse la camiseta amarilla".
"Riquelme vio varios partidos desde la grada, siguió entrenándose sin decir una palabra más fuerte que la otra, incluso vio cómo uno de sus buenos amigos, el kinesiólogo Bombicini, era también despedido junto con su ayudante. Alguien dentro del club señaló que Bombicini, argentino, fue un capricho concedido a Riquelme, cuando en realidad, el recuperador aterrizó en Vilarreal a instancias de Manuel Pellegrini, al que conocía de su estancia en Argentina. El técnico, como hizo con muchos, miró a otro lado cuando el kinesiólogo fue despedido".
Por último, señala que "el chileno demuestra una vez más sus modales de Pinocho cuando asegura: 'Si quisiera hacerle la vida más complicada a un jugador, lo haría trabajar aparte y no tenerlo en cuenta para nada, pero Román va a tener el mismo trato que el resto de jugadores del plantel'. Falso como un euro fabricado en las islas Cocodrilo. Pellegrini traga viendo a diario la cara a Riquelme, porque sabe que no le queda otra. Apartarle significaría verse con el internacional en los tribunales. Y eso no lo quiere Roig. O sea, señor, sí señor".
Pero como contrapartida, algunos lectores que opinaron sobre la nota defienden al entrenador y castigan al futbolista: "¿Si es tan bueno y tan poco problemático por qué no lo ha fichado ningún equipo?", pregunta uno de ellos, que califica al argentino de "jugador egoista y poco trabajador".
Otro sostiene: "¿Te has preguntado por qué ningún jugador de la plantilla salió en su defensa cuando lo apartaron del equipo? Pues cuando te hagas la pregunta seguro que eres capaz de encontrar la respuesta. Riquelme tiene un ego mayor que el Empire State, se creyó que era el rey del mundo y que podía jugar sí o sí entrenando al 20% del sus compañeros y jugando como le daba la gana y además exigiendo un mes y otro también aumento de sueldo. Y el resto de los jugadores estaban hartitos de su condición de megaestrella, que solo corre y lucha cuando juegan con su selección".
Fuente: Infobae.com

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