sábado, 13 de octubre de 2007

Riquelme le dio la razón a Basile (LA NACION)

Cuestionado porque no es tenido en cuenta en Villarreal, el Diez jugó en un gran nivel en la selección y le agradeció con su fútbol al DT

Quizás él, más que nadie necesitaba un regreso así. Juan Román Riquelme volvió a jugar un partido oficial, tras aquella final fatídica ante Brasil por la Copa América de Venezuela y el N° 10 demostró que su impronta se mantiene intacta.

A pesar de que no juega en su club, Villarreal, Román fue convocado para los partidos de eliminatorias y, al parecer, el Coco hizo lo correcto. Riquelme fue la figura de la cancha y convirtió los dos goles de la Argentina, con dos tiros libres prácticamente calcados, en el primer tiempo. En varios lapsos del match, hizo jugar al seleccionado.

Es cierto que en algunos fragmentos fue intermitente, pero estuvo muy metido en el partido y casi ni se notó en su físico su inactividad. Esta versión de Román se asemejó a aquel hombre que hizo vibrar a los hinchas de Boca este año con la obtención de la Copa Libertadores de América.

Román y los demás. En el inicio, Riquelme se mostró algo impreciso, pero con el correr de los minutos se afianzó y empezó a encontrarse con mayor facilidad con Lionel Messi y Carlos Tevez. Los tres, que fueron elegidos por la FIFA para competir por el premio de mejor jugador del año, conforman ese tridente de lujo que tiene el seleccionado y que hace ilusionar.

El primer gol, a los 26 minutos del primer tiempo, le dio a Riquelme la confianza que necesitaba para hacerse dueño del equipo. Desde entonces, se juntó bien con Esteban Cambiasso, fue a recibir cuando el balón lo controlaba Javier Mascherano, y, se fue sumando más fácilmente al ataque argentino.

En el segundo tiempo, la Argentina dobló su apuesta ofensiva y mostró un juego aún más vistoso, pero al equipo de Basile le faltó contundencia en el área chilena para buscar una goleada. Es, entonces, que surge la duda si la selección necesita una referencia de área como puede ser Hernán Crespo o Germán Denis, en el caso de esta convocatoria, para la hora de la definición.

El circuito ofensivo, esta vez, funcionó. Hubo toques, triangulaciones y buenos movimientos. Riquelme se juntó bien con los atacantes. Los laterales, Javier Zanetti y Gabriel Heinze se sumaron al ataque en los momentos justos. Sólo faltó la contudencia para pensar en una goleada.

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