martes, 16 de octubre de 2007

Con la camiseta(Diario Olé)

La Selección buscaba dar otro buen paso en su camino hacia el Mundial. Tras el auspicioso debut ante Chile, más por el resultado que por el juego mostrado, Argentina quería ratificar su chapa de candidata frente a Venezuela, un rival en alza pero sin grandes pergaminos. Con dos cambios, Burdisso por Heinze e Ibarra por Maxi Rodríguez (pasando Zanetti a la mitad de la cancha), el equipo de Basile iba por los tres puntos bajo el calor de Maracaibo.

Argentina arrancó controlando la pelota, moviéndola hacia los costados y buscando encontrar espacios frente a un equipo local que cedía la iniciativa, esperaba agazapado y especulaba con meter una puntada de contraataque. Bien abierto por la banda derecha, Messi intentaba abrir la cancha, mientras que Riquelme, marcado, no aparecía. Así se fueron los primeros diez minutos de un partido parejo, inmerso en una excesiva lentitud.

Venezuela avisó a los 12, con una buena habilitación de Páez para Maldonado, quien ganó la posición y remató con potencia. La pelota se fue por arriba del travesaño, ante la atenta mirada de un Abbondanzieri que minutos antes había sufrido un golpe en el tobillo. La Selección contestaba a pura contundencia: una llegada, un gol. Riquelme se hizo cargo de un tiro libre y la puso en la cabeza de Milito, quien se deshizo fácilmente de su marcador y apareció solo para vencer al arquero Vega. Se cumplía el primer cuarto de hora y Argentina ya estaba arriba. Igual que contra Chile, una pelota parada abría el camino.

El equipo local siguió atado a su libreto. Sólo Arango proponía un quiebre para la monotonía e intentaba conectarse con Maldonado, el único punta. Mientras, casi sin darse cuenta, la Selección iba retrocediendo en su propio campo y no mostraba variantes. Parecía increíble pero Venezuela, con muy poco, era más y encontraba en las espaldas de Zanetti y Cambiasso un lugar para las proyecciones. Claro que enseguida se evidenciaba la falta de recursos de los venezolanos y todo quedaba en la nada.

Cuando quiso, Argentina llegó al segundo. Tevez desbordó por derecha y puso la pelota para Messi, quien se sacó de encima a Mea Vitali en la puerta del área y sacudió un zurdazo tremendo que se clavó pegado al palo. Golazo de Lionel y 2-0 arriba. Las individualidades de la Selección marcaban la diferencia una vez más.

El técnico Páez metió un cambio para el complemento: Rosales por Vallenilla. El ingresado estuvo cerca del descuento cuando apenas se jugaba un minuto, tras superar la marca de Milito, pero definió muy mal y Abbondanzieri contuvo sin problemas. A los 4, otra llegada de los locales, con un cabezazo de Maldonado que se fue por arriba. Mientras, Argentina seguía esperando a Venezuela y jugaba con una lentitud casi exasperante.

Los minutos corrían y daba la impresión de que, con el triunfo virtualmente asegurado, la Selección estaba dejando pasar una buena chance para encontrar juego asociado. Porque Riquelme no lucía, porque lo de Messi era muy individualista, porque Tevez era sólo voluntad.

Entre tanta parcimonia, lamentablemente fue una situación externa la que sacudió el trámite del partido y preocupó a todos. A los 26, un choque de cabezas entre Arango y Burdisso terminó con el defensor argentino tirado en el césped, con un importante golpe en la nuca. Daniel Díaz lo reemplazó. A esa altura, Gago ya había ingresado por Ibarra.

Denis –mostró entusiasmo y pudo haber convertido pese al poco tiempo que estuvo en cancha– por Tevez fue el último cambio que metió Basile, cuando la historia ya estaba sentenciada porque uno no podía y el otro no quería. Y así se fue el partido, con la Selección sumando tres puntos y una actuación discreta frente a un rival muy inferior. Se ganó con justicia, pero otra vez quedó en la boca un sabor a poco.

Fue bueno lo de Demichelis, quien se va consolidando en el puesto, Mascherano cumplió y hubo alguna que otra aparición explosiva de Messi. Con comodidad, Argentina acumula dos triunfos sobre igual cantidad de partidos. Falta, sin embargo, dar el salto y dejar de ser una suma de individualidades para terminar de formar una idea de conjunto. Con seis puntos en el bolsillo, el desafío se traslada para el choque del 17 de noviembre, ante Bolivia.

Venezuela 0 - 2 Argentina (Zzzzzzzz......) Los goles - A continuacion

El partido solo tuvo 2 goles, mucho aburrimiento. Un golpe medio preocupante de Burdisso que aparentemente ya esta bien y nada mas, muy muy muy aburrido....

Les dejo los goles, lo unico productivo. El de Messi no se esperaba menos, una joyita. Lastima la trasmision. Si con esta trasmision hubiera dejado a Closs me tiraba por el balcon.

Venezuela 0 - 1 Argentina: Milito de cabeza.



Venezuela 0 - 2 Argentina: Centro de Tevez gol de Messi

domingo, 14 de octubre de 2007

De Riquelme Parado (Diario Olé)



Román volvió después de 90 días y le ganó a Chile con dos tiros libres geniales. El Loco Bielsa, y por qué no Pellegrini, lo deben sufrir.

Desde que es Román, Riquelme divide a los argentinos como si en lugar de pies tuviera una excavadora. Ayer, para alimentar aún más su leyenda y darles dulce a sus veneradores y veneno a sus detractores, se encargó de destrozar la teoría del trabajo, la previsión y la continuidad... Noventa días sin fútbol oficial, incertidumbre por su futuro, el cartel de colgado en Villarreal, las viudas que dejó en Boca, la (no) relación con Pellegrini, aquellas (no) convocatorias de Bielsa vestido de celeste y blanco... Todo barrido por dos tiros libres antológicos y un regreso al que cualquier mortal llamaría revancha. El no.

El dueño del equipo y del partido. El hombre que hace y deshace a su antojo. Argentina se mueve a su ritmo, bajo su cadencia, inteligencia, genio y velocidad. Para jugar al fútbol, y jugar bien al fútbol, a veces no sirve correr los 100 metros en menos de 10 segundos y sí tocar para atrás, de primera, para generar huecos en el rival.

Román jugó de Román. De 10. Fue faro, referencia y aduana. Titiritero. El más ovacionado cuando dieron las formaciones iniciales (ahí nomás arriba de Messi) por un público distinto al que va domingo a domingo a la cancha. Pateó el primer tiro al arco de la Selección en este camino a Sudáfrica. Abrió un partido hasta ahí sin propietario. Dejó a Iturra al borde de la expulsión y de un ataque de nervios. Pudo meter dos goles más de tiro libre. Y para aumentar ese morbo con los chilenos que se le cruzaron en su camino reciente, corrió 40 metros desde atrás a Matías Fernández (quien lo reemplazó en España) a ocho minutos del final, le robó la pelota, se la entregó a Mascherano en un brevísimo cuento del reino del revés y recibió el último "Riqueeel... Riqueeel...", del día. Su día.

En un mundo sin conductores naturales, Román defiende una raza y encontró en Basile a un racista del enganche. Y ahí es donde surge la dicotomía, el tómelo o déjelo. No hay grises alrededor suyo. Es Dios y el Diablo en el mismo partido, en el mismo equipo, en la misma Selección. Pero vale la pena tenerlo. Es cierto que no juega en Europa, tanto como que juega para Argentina.

Dueño de todas las pelotas paradas, su botín derecho no se atrofió por el parate y la sensibilidad de ese exquisito pie se mantiene inalterable. ¿Qué hubiera pasado si el seleccionado lo necesitaba con mayor intensidad en el segundo tiempo, cuando supuestamente iba a sentir la inactividad? Eso es algo tan hipotético como real es que él le ganó a Chile.

Messi puede hacer pucherito porque no le deja un tiro libre, pero JR lo abrazó para salir a la cancha en el segundo tiempo. Matías Fernández puede llegar a su club para sucederlo, pero JR lo saludó con cariño al final. Sus propios compañeros pueden no saber qué va a hacer, pero JR casi siempre les dio la pelota donde se debe. Miles de hinchas pueden tener ganas de zamarrearlo por su supuesta inacción, pero JR les regaló dos golazos, otra gran actuación y los primeros tres puntos en las Eliminatorias. Pellegrini puede estar yéndose a dormir en Villarreal, pero seguramente alguien le habrá avisado que ese JR que lo desairó ya es noticia mundial otra vez. Bielsa pudo no citarlo ni llevarlo al Mundial 2002, pero vio desde un lugar privilegiado cómo JR le ganó el partido. De él se trata. De Riquelme parado, tan deslumbrante como en movimiento.

sábado, 13 de octubre de 2007

Riquelme le dio la razón a Basile (LA NACION)

Cuestionado porque no es tenido en cuenta en Villarreal, el Diez jugó en un gran nivel en la selección y le agradeció con su fútbol al DT

Quizás él, más que nadie necesitaba un regreso así. Juan Román Riquelme volvió a jugar un partido oficial, tras aquella final fatídica ante Brasil por la Copa América de Venezuela y el N° 10 demostró que su impronta se mantiene intacta.

A pesar de que no juega en su club, Villarreal, Román fue convocado para los partidos de eliminatorias y, al parecer, el Coco hizo lo correcto. Riquelme fue la figura de la cancha y convirtió los dos goles de la Argentina, con dos tiros libres prácticamente calcados, en el primer tiempo. En varios lapsos del match, hizo jugar al seleccionado.

Es cierto que en algunos fragmentos fue intermitente, pero estuvo muy metido en el partido y casi ni se notó en su físico su inactividad. Esta versión de Román se asemejó a aquel hombre que hizo vibrar a los hinchas de Boca este año con la obtención de la Copa Libertadores de América.

Román y los demás. En el inicio, Riquelme se mostró algo impreciso, pero con el correr de los minutos se afianzó y empezó a encontrarse con mayor facilidad con Lionel Messi y Carlos Tevez. Los tres, que fueron elegidos por la FIFA para competir por el premio de mejor jugador del año, conforman ese tridente de lujo que tiene el seleccionado y que hace ilusionar.

El primer gol, a los 26 minutos del primer tiempo, le dio a Riquelme la confianza que necesitaba para hacerse dueño del equipo. Desde entonces, se juntó bien con Esteban Cambiasso, fue a recibir cuando el balón lo controlaba Javier Mascherano, y, se fue sumando más fácilmente al ataque argentino.

En el segundo tiempo, la Argentina dobló su apuesta ofensiva y mostró un juego aún más vistoso, pero al equipo de Basile le faltó contundencia en el área chilena para buscar una goleada. Es, entonces, que surge la duda si la selección necesita una referencia de área como puede ser Hernán Crespo o Germán Denis, en el caso de esta convocatoria, para la hora de la definición.

El circuito ofensivo, esta vez, funcionó. Hubo toques, triangulaciones y buenos movimientos. Riquelme se juntó bien con los atacantes. Los laterales, Javier Zanetti y Gabriel Heinze se sumaron al ataque en los momentos justos. Sólo faltó la contudencia para pensar en una goleada.

Argentina (Roman) 2 - Chile (Manuelito) 0

El primero:



El segundo:



Que mal que le pegas a los tiros libres román, seguí equivocandote.

martes, 2 de octubre de 2007

Definitivamente el tecnico del villareal es Roig

El espía

"Con la calidad que tiene, creo que Riquelme será peligroso", advirtió hoy el técnico chileno del Villarreal sobre el jugador que tiene colgado. Sobre la convocatoria del enganche para jugar las Eliminatorias pese a su inactividad, respondió: "Me alegro por Román, por Argentina, por todos", y no quiso hablar más del tema.

La polémica entre Manuel Pellegrini y Juan Román Riquelme sumó un nuevo capítulo. Si bien el técnico del Villarreal no lo tiene en cuenta en su equipo, el chileno considera que el enganche "será peligroso" para en el debut ante Argentina por las Eliminatorias.

Pese a que el ex Boca no participa de un partido en forma oficial desde la final de la Copa América que se disputó en Venezuela, Alfio Basile decidió convocarlo para los choques con Chile y Venezuela. "Esos no son temas de los que a mí me corresponda opinar. Si el Coco decidió llamarlo, me alegro por Román, por Argentina, por todos. El se está entrenando en forma normal", contó el DT del Submarino Amarillo en el diario trasandino El Mercurio.

Y siguió: "Con la calidad que tiene Riquelme, y con el compromiso que siempre mostró con la Selección, creo que siempre va a ser peligroso", advirtió. Pellegrini no quiso hacer comparaciones cuando le dijeron que el argentino tenía mucho menos actividad que Matías Fernández, una de las figuras de la Roja: "No analizo a mis jugadores en forma individual, y menos cuando compiten entre ellos. El tema no da para más", concluyó el ex DT de River y San Lorenzo.

Luego elogió a Agüero y Messi, convocados por el Coco, de gran presente en el torneo español. "Están atravesando un buen momento, pero Argentina tiene más de 25 jugadores en un gran nivel. En ese sentid, es un seleccionado muy rico en alternativas, pero la decisión del entrenador es muy importante".


El Coco Basile tenía ganas de contar con Riquelme una semana antes del partido, pero parece que no será posible. ¿Será una piedra en el camino?


Nota publicada en el diario deportivo Olé